Este libro merece ser leído porque -más allá de orientaciones profesionales y terapéuticas en las que a veces no hay una coincidencia absoluta entre sus propuestas y las mías- el texto es sumamente enriquecedor. Aporta tanto una perspectiva válida y basada en una rica experiencia profesional como detalles de observación que pueden propiciar miradas novedosas y construcción de herramientas relativas a la adquisición de la escritura en los niños.
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| Libro de Daniel Calmels |
Veamos por ejemplo una frase extraída de la página 67 del texto, que alude como otros párrafos del libro a que el aprendizaje de la escritura manuscrita en los primeros grados compromete nada más ni nada menos que el cuerpo del niño. Escuchemos al autor:
"...para escribir manualmente se requiere la coordinación de pequeños movimientos de los dedos y la mano. Al mismo tiempo, el antebrazo y el brazo (a través de las articulaciones del codo y del hombro) van adoptando distintas oposiciones que acompañan los movimientos de la escritura. La actitud postural que el niño asuma tendrá también su influencia en la calidad del trazo gráfico..."
Con esta frase, aunque breve, alcanza indudablemente para visibilizar el esfuerzo y el compromiso que se pone en juego por parte de los niños cuando comienzan la escuela primaria. Tal como lo expreso en mi libro "No al fracaso escolar" creo que el momento de pasaje de preescolar a primer grado requiere un redimensionamiento del compromiso que les implica a los niños el aprendizaje de la palabra escrita. Compromiso que, tal vez al no ser adecuadamente ponderado, puede emerger en lo que habitualmente se denomina hoy en día "problemáticas de conducta" y muchas veces hiperactividad.
Amigos:
Los dejo con estas reflexiones a partir de un libro enriquecedor. Seguramente su lectura propiciará una mirada más profunda sobre lo que atañe a la inauguración de la escritura en los niños.
Saludos Clara Jasiner
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