ESCUELA
¿Del dispositivo disciplinario al "todo vale"?
Amigos:
Les brindo una perspectiva muy interesante de Pablo Pineau y les acerco luego una reflexión. Pablo Pineau en el libro "La escuela como máquina de educar" afirma que:
En la segunda mitad del siglo XX, la "racionalidad técnica" moderna triunfó, siendo, según este autor, aplicada en su forma más elaborada a la problemática educativa. Postula que esta lógica se tradujo en la "cadena pedagogía-escuela-currículum".
Más adelante sostiene, a partir de la constitución de "saberes específicos que se encarnaron en los docentes", que estos devinieron en que, según sus palabras:
"...Esta tenencia monopólica de los saberes específicos para comprender, controlar y disciplinar a los alumnos -método correcto, tablas de calificación y clasificación, baterías de tests, aparatos psicométrcios, etcétera- otorgó identidad a los maestros y les permitió diferenciarse de otras figuras sociales con las que se fundía en épocas anteriores, como las de anciano, clérigo o sabio...".
Afirma luego Pineau que:
"... A su vez, para lograr estos fines, dichos sujetos deben ser moldeados en instituciones específicas-las escuelas normales y la formación institucional de los pedagogos- fundamentales dentro de los sistemas educativos..."
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Interrogantes Breves
1) ¿Se estará oscilando hoy en las escuelas entre el disciplinamiento férreo al cual no se le encuentra alternativas operativas y el "vale todo" en sintonía con la promesa de llenado inmediato y de satisfacción completa, sostenida entre otros por los medios y los inetreses de todo color político, los relatos y el marketing?
2) ¿Será la oportunidad para incorporar aquellos saberes hoy casi marginados, como los mencionados por el autor, el de los ancianos, los sabios y el que transmitían, respecto de una cierta sabiduría, los clérigos y, añado también los rabinos?
3) Me pregunto cómo renovar nuestros dispositivos escolares. No es cuestión de desdeñarlos completamente, pienso, ya que, ante todo, es lo que hay, con lo que contamos. ¿Cómo revitalizarlos, cómo convertirlos en sistemas abiertos, no bunkerizados, cómo contextuarlos con nuevos sentidos y sacarlos de la fórmula repetida, de la "ingenuidad falsa", de la imposibilidad de salir de la patologización de los niños, que lleva por ejemplo a atribuir el Bullying, mirando para otra parte, solo a violencia entre pares, invisibilizando los atravesamientos que nos asolan, en ese sentido, pares que son, en este caso, los niños? ¿ Cómo desmarcarse de la impotencia para innovar en los saberes y actualizarlos? ¿Cómo sobre todo construir acotamientos que, más que límites para los niños conllevan renuncias de los adultos?
¡Pensemos Juntos!
Clara Jasiner.
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