Conversación en la Confitería- Obrita en un acto.
Lugar: confitería ubicada en Cabildo y Lacroze
La acción se desarrolla en Mesa 1 y Mesa 2. La ubicación relativa de ambas es importante porque le permite a Clara oír, interesarse, escuchar y sobre todo mirar sutilmente de reojo ya que mesa 2 está ubicada unos pasos hacia la izquierda y en diagonal hacia atrás de Clara. .
- Personajes en la Mesa 1: Clara J.
Clara en silencio, hojeando el diario y aguardando a un amigo -Rubén- para mantener un típica encuentro porteño de charla y charla y charla y cafecito.
-Personajes en la Mesa dos:
En esta mesa gaseosa, cafés y alrededor de la misma tres personas: Una a la que llamaremos Madre, una a la que llamaremos en principio Chico (aparenta entre 7 y 8 años) vestido con uiforme de alguna escuela cercana.. Con el desarrollo de la escena se revelará su nombre: Santiago. La tercera persona a la que llamaremos (y así permanecerá) Señor. Se trata de un hombre serio, que conversa en voz baja con la mujer y que fuera de eso no abre la boca para decir ni mú a lo largo de la escena. Tanto podría ser el Padre (del Chico), el Tío o bien el amigo (de la Madre).
Aclaración: la escena que se desarrolla a continuación es corta acaso cortísima y debe ser observada como cotidiana y habitual. Tal como propiciaba Enrique Pichón Riviere interrogaremos este cotidiano Interrogación que seguramente nos ayudará a develar y pensar juntos y operativamente acerca de la circulación de acotamientos y posibilidades adultas de construir bordes no violentos. Ahí en nuestro cotidiano están entramados nuestros desafíos actuales y nuestras insistentes preguntas acerca de cómo educar, cómo criar a los chicos; cómo construir subjetividad hoy.
"Se abre el telón. Escuchemos:
1er. acto
-Chico reclinado (o tirado o recostado) en el asiento largo que está contra la pared. Apariencia enfurruñada y desmañada.
-Madre: Santiago! Dame eso! (tono de voz severo y perentorio)
-Santiago: No!
-Madre: Dejá eso!
-Santiago: No!
-Señor: Hojea el diario en silencio.
-Madre: Dame eso! En la mano!
-Santiago: No! (poyando los pies sobre el banco, en posición casi acostada)
-Madre: No hay computadora!
-Santiago: No me amenaces.
Fin de la Conversación"
Amigos padres, docentes, profesionales; cada uno desde su actividad o su práctica profesional ¿les resulta cotidiana esta escena? ¿les parece como a mí que es imprescindible pensar juntos algunas cuestiones? ¿cuáles serían esas cuestiones? porqué es preocupante esta escena? ¿acaso porque "el chico" no obedece? ¿obien porque la madre se siente tal vez impotente? ¿o por muchas otras cuestiones? ¿desde dónde pensarlo? ¿cómo contextualizar estas problemáticas?
Pensemos Juntos!!!!!!!!! Clara J.
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