Les dejo otro diálogo muy interesante del libro "Conversaciones con chicos" de Griselda Gambaro. En la página 97 podrán leer:
Madre e hijo:
-Vos decís que no te gusta la escuela.
-¡No!
-Pero mirá lo que escribiste acá en tu cuaderno: Mis proyectos son atender mucho en clase, colaborar, pensar, estudiar, trabajar y encontrar un amigo. ¿Son mentiras?
-¡No!
-¿Y entonces? Si vas a hacer todo esto, es porque te gusta.
-Encontrar a un amigo sí me gusta.
-¿Y lo demás?
-¡No!
-Entonces son mentiras.
-¡No son mentiras!
-¿Para qué lo escribiste?
-Para conformar a la maestra.
Amigos:
Me parece muy interesante esta idea que creo está presente muchas veces cuando los chicos se sienten solicitados a cambiar de actitud en la escuela. Se podría pensar que, lejos de confiar en que los acotamientos de los adultos solicitamos de ellos favorecen su posibilidad de aprender, sienten que deben cambiar para que estemos contentos con ellos. Y, por supuesto, se oponen.
¿Qué les parece?
Saludos, Clara Jasiner