Les dejo, tal como lo había prometido, una tercera frase acerca de Enrique Pichon-Riviere como maestro.
" (...) Nos sentíamos gratamente reconciliados con él cuando lo que nos enseñaba coincidía con nuestras expectativas (...) Nos seniamos molestos cuando incluía esquemas referenciales totalmente nuevos para nosotros. (...) Lo que nos colocaba ante la angustiosa sensacion de sentirnos desinstrumentados. (...) "
Fernando Taragano.
Amigos:
Les propongo relacionar estas palabras con la tarea de los maestros.
¿Qué desafío surge cuando en el aula ocupan la escena más que conocimientos seguros, las incertezas propias de todo acto alfabetizante?
¿Qué nos enseña el maestro Pichon-Riviere acerca de su propia tolerancia a la incertidumbre propia y a la que se genera cuando el recorrido que realiza con sus alumnos implica un auténtico acto de transmisión?
Saludos, Clara Jasiner.
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