Les transmito unas ideas interesantes expresadas en un programa radial por una periodista. Debido al hecho de que encendí la radio y de pronto me encontré con esa nota, no pude escuchar el nombre del programa, ni el de la periodista. Por eso me limito a comentarles la idea que me pareció muy interesante.
Uno de los mejores amigos para los chicos en las vacaciones es un libro. Casi cualquier libro (que no sea sólo para adultos) es un buen compañero para algunas de las horas libres y para sembrar la semillita de la lectura.
Lo que me pareció interesante es que la misteriosa autora de la columna radial, especializada ella misma en libros, insistió en que no hace falta que el libro sea un clásico, como por ejemplo:
Ni tampoco sería imprescindible que sea de un autor grosso, como por ejemplo:
Ni siquiera es necesario que se trate de un libro serio pero en clave infantil, como por ejemplo:
Todos ellos según el aporte radial mencionado serían por supuesto interesantes y seguramente a muchos chicos les gustará leerlos en algun ratito de sus vacaciones.
Ahora bien, lo que más me quede pensando de las palabras escuchadas en el programa radial es que hasta un libro de Barbie es bueno para acompañar a una niña por ejemplo unas horas, dejando como dijimos quizás la tentación de la lectura. De hecho, ella afirmaba que su propia hija amaba los libros de Barbie.
La idea central es que un libro es un amigo personal, de cada uno. Un compañero de la intimidad. Un libro colabora en la construcción de subjetividad. Un libro acompaña en la soledad y habilita un espacio en que el chico puede sostenerla.
Amigos:
El gusto por la lectura es válido cualquiera sea el amigo de papel que nos acompañe.
Todo libro en manos de un chico puede convertirse en una fuente de fantasía, descubrimientos, étc.
Propuesta para los adultos:
Compartir una horita por día, leyendo con los chicos si se puede, proporcionará un lapso riquísimo, divertido y promisorio en tiempo de vacaciones.
Leer un ratito solos les brindará a los niños un mundo privado, misterioso y subjetivo.
Saludos, Clara Jasiner.
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