Amigos:
Días pasados tuve una interesante conversación con una colega. De pronto nos encontramos ante la evidencia de que nuestras posturas -ligadas a la producción social de algunas problemáticas- eran tan opuestas, tan pero tan diferentes y sobre todo -y esto es lo que más nos preocupó- la atribución por parte de ambas de "realidad indubitable" a la concpeción propia y de "opinión errónea" a la apreciación de la otra era tan marcada, que le propuse conversarlo y, además, me dejó pensando y aquí tarnsmito mi preocupación o parte de la msima en forma de preguntas un poco espontáneas. Las escribo porque me insiste la intuición de que muchas de las cuestiones que aquejan a las familias, que paralizan a las instituciones escolares y sobre todo, que devienen en viuolencia y en temas como el Bullying, anclan en esta problemática de oposición tajante en nuestra concepción y construcción del mundo.
En el caso de mi diálogo con la colega, por suerte pudimos tomar nota de esta oposición tajante y de cómo ella deviene en dificultades para operativizar flexibilidades que enriquezcan nuestros abordajes y que, lejos de simplificar el mundo lo complejicen abriendo un abanico de posibilidades inéditas. Aperturas propiciantes de cambios favorables, que se basan en escuchar e incorporar a los otros, renunciar a certezas férreas, asumirnos como incompletos y no dueños de verdades que igualmente paralizarían -en tanto tales- la vida y la búsqueda de lo nuevo. Convinimos en que aún renunciando a certezas igualmente vale la pena dilucidar, dudar y construir certezas relativas, dialogando con la otra. Con mi colega seguiremos trabajando en esto pero me quedé con una preocupación respecto de cómo este tema nos atraviesa en la crianza y en la educación. Por eso transmito las preguntas que me surgen, para seguir pensando.
¿Cómo es posible -y no lo pregunto en una búsqueda de causalidad sino de posibilidad de producción vincular, de emergencia, de insistencia en el imaginario- cómo es posible que percibamos y con ello construyamos realidades -con las comillas imprescindibles ya que no dilucidaremos en este posteo el alcance de el tan mentado término "realidad" -tan opuestas, contradictorias y diferentes que simplemente aniquilan a la otra, en muchas ocasiones?
Otra pregunta ¿Cómo es la posibilidad de que se sienta tanta certeza en el momento de habitar uno de dichos mundos opuestos al otro?
Una más ¿Cómo nos vulnerabiiliza esto como educadores y progenitores en la posibilidad de construcción de recorridos para proponerles a los chicos y a los jóvenes, senderos que, por el solo hecho de ser propuestos como producto de la escucha del otro y de su inclusión- se transforman en confiables, se pueden albergar como tranquilizadoras, aunque los niños y los jóvenes siempre tienen la misión de perforar las certezas, por suerte? ¿Cómo entonces se habilitaría el crecimiento, aún en el desacuerdo de los hijos y/o alumnos ya que se pondría en juego la relativización del arrasamiento de los otros?
Otra aún ¿cómo esa divergencia tajante que construye con frecuencia nuestra percepción conlleva una dificultad terrible en poder transmitirles, si bien desde las dudas y la incerteza, siempre más saludables que la extrema certidumbre, opciones resultado del diálogo, de la renuncia a la razón absoluta, de la aceptación del propio límite y de la posibilidad de equivocarse pero aún así jugarse en una postura, en el lugar que se les propone a los hijos?
Penúltima pregunta ¿Cómo esto rebervera en efectos paralizantes en la crianza y en la docencia dado que produce anclajes en la propia postura y esto a su vez propicia que lo principal sea la bunkerización y la coraza defensiva del propio posicionamiento, cosa que en crianza y educación es riesgosa? En ambos ámbitos se requiere lo que denomino una "confiable incerteza", que lleve a sostener lo que se considera mejor, pero con flexibilidad.
Útima por hoy: Tanto que preocupa el Bullying en las escuelas ¿Cómo no registrar que esta oposición tajante, esta descalificación que opera respecto de la percepción y la construcción de mundo de los otros cotidianos se transmite ineludiblemente a los niños, deviene en violencia y arrasamiento del otro?
El tema continuará ya con una nota sobre Alternativas posibles
¿Habrá alternativas posibles?
Creo que sí y que en muchos ámbitos se trabaja en ese sentido.
Saludos. Clara jasiner.