Suena el silbato
En otra noche de ¿vigilia? ¿esperanza? ¿incertidumbre? comparto un párrafo de Pichón Riviere, escrito con Ana Quiroga. Pichón,como se sabe, fue apasionado de los grupos y también del fútbol. El texto, breve pero imperdible, dice:
"Cuando un equipo entra a la cancha el espectador ve primero individuos aislados; recién cuando el silbato marca la iniciación del juego, esos individuos se convierten en sucesión de movimientos e interacciones, cruzamientos y entrecruzamientos que son multiformes pero no caóticos. El observador puede descubrir al equipo porque cada uno de esos once seres ailsados se han convertido en un rol, se han ceñido a una tarea para configurar un estilo".
Descubrir el equipo
Me quedo pensando, en esta noche previa, que, como muchos mencionan, es posible hablar de una lógica del fútbol, una lógica creada por el partido pero que, al mismo tiempo, lo configura. En ese devenir particular, que alberga el desorden y lo no caótico, lo complejo, es posible "descubrir" al equipo. Descubrir al equipo. El equipo es y no es previamente al partido. En esa constelación pelota, jugadores, competencia, en esa lógica y en cada encuentro, surge más o menos la magia del equipo. También leo que cada jugador se ciñe a su rol. Pienso que esa posición, a su vez permite, si hay equipo, la emergencia de lo menos pensado, deese gol que produce un jugador en la medida en que si hay equipo, lo imprevisto surge, si hay equipo es posible lo creativo, lo impensado. Para ello, tuvo que haber jugadores que, a su vez, se posicionaron en su rol.
Estilo
Me quedo pensando en la relación entre equipo y estilo. Cada partido configura y crea al equipo. Pero esa creación es equipo si, en cada secuencia de partidos, hay algo en común, una modalidad, una constelación de ocipones y entramados vinculares. Todo esto solicita seguir siendo dilucidado. Mientras tanto, la noche transcurre. Falta poco para el partido, para el equipo, para la magia.
Clara Jasiner
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