"Qué mundo tan asequible y delicioso es éste de los libros... si no les aportas las obligaciones del estudiante ni lo contemplas como un narcótico para la indolencia, sino que en cambio penetras en él con el entusiasmo del aventurero."
David Grayson, Aventuras en Contentment.
Esta frase es una de varias que cita Colin Dexter al comienzo de cada capítulo del libro "A lo largo de los canales" cuya lectura les recomiendo. Colin Dexter es el creador del conocido detective Morse y sus relatos de intriga siempre son interesantes para mostrarnos cómo construir posicionamientos diferentes respecto de una problemática.
Morse, como sabrán los lectores asiduos de este autor, resuelve con insistencia crucigramas. Esta afición del polifacético detective también nos aporta la posibilidad de ligar dichos cambios de posicionamiento subjetivo con su contacto con la palabra escrita. Volviendo a la palabra escrita, amigos, les dejo a continuación algunas otra citas imperdible y que dan pie a que reflexionemos sobre las cuestiones que nos convocan.
"Lo primero que hay que tener en una biblioteca es una estantería. De vez en cuando, ésta puede adornarse con literatura, pero la estantería es lo importante."
Finley Peter Dunne, El señor Dooley dice.
Amigos:
¿Qué les parece el tema de la estantería?
¿Tendrá relación con esa permeabilidad subjetiva que nos imbrica al mundo de la palabra pronunciada y escrita?
¿Los estantes aludirán tal vez a esos territorios de vacío imprescindibles para que opere el deseo?
¿Para qué querríamos libros si no toleráramos el juego continuo entre la expectativa de lleno y la tolerancia a lo incompleto necesaria para leer cada página y construirla junto con el autor?
Saludos, Clara Jasiner.
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