Agradecimiento profundo a mi maestro, Marcelo Rodas. Reconocimiento inmenso al máster Hernán Goglia y al máster Marcelo Cauteruccio.
La experiencia, las enseñanzas y la transmisión de estos maestros, así como la presencia mágica del máster Marcelo Pedrini conjugaron la posibilidad de que el verbo rendir examen para tercer Dan se convirtiera en realidad.
Gracias absolutas a mi grupo de compañeros de práctica y a los alumnos del máster Goglia que compartieron los entrenamientos y el exámen.
Gracias al Taekwondo por los logros y la potencia que ofrece a quien lo practica y a quien lo convierte en una metáfora de la vida.
Desafío del examen: el temor a fallar se convirtió gracias a mis maestros en una posibilidad de poner en juego el valor de lo aprendido que a veces recién se descubre cuando más que temor al error se pone en la escena la enseñanza recibida y el descubrimiento del propio aprendizaje
"Los únicos fallos reales son aquellos de los que no aprendemos nada"
Saludos
Clara Jasiner
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