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lunes, 24 de enero de 2022

La última última página

 

Palabras al final


Palabras y frases polizones 

Tal como les conté en el artículo anterior, mis libros,  tal vez también los suyos, albergan en los rincones más insólitos, además de su texto central, otras frases.  Transcurrido un tiempo, pueden descubrirse en ese reducto pensamientos breves, oídos o leídos al pasar y rescatados de entre  el flujo de lecturas y discursos que entraman lo cotidiano. Ideas y palabras  pescadas al vuelo, entre las olas del mar de esta época, donde todo fluye. Las atrapo con mi red y las cobijo, para que no se diluyan en lo magmático, en la última página del libro que tengo cerca. Siempre, debo confesarlo, cohabitan conmigo, donde fuera que me encuentre, esas presencias de papel y tinta, los libros. Comparten cada habitación y todos los lugares y en ellos, como un texto no oficial, registro mis hallazgos rescatados de la tormenta que, con frecuencia, los hace naufragar sin interlocutor. Aquí les comparto un libro querido y las frases refugiadas en ellos.


Nuevamente, ya lo conocen de mi publicación anterior, convoco a mi primer secuaz: 


Aquí descubrirán las frases rescatadas con prisa y desorden



Hablan por sí mismas y dicen así:

"El libro de la Historia está abierto"

*
"Ustedes son la mano que sostiene la pluma"

*
"Plantear una nueva pregunta es autoorganización, es rebelión"

*

"Todos somos refugiados"

*
"Si hace falta una aldea entera para criar a un niño también hace falta una aldea entera para abusar de él"

*
Amigos

Algunas frases son osadas. Ninguna es complaciente. Todas ayudan a seguir pensando lo cotidiano.

Y después de todo ¿Hay algo inconveniente en seguir pensando?

                                                                       Saludos.
 Clara Jasiner




lunes, 3 de enero de 2022

Rincones secretos en los libros


Palabras refugiadas

Descubriendo palabras mágicas

¿Les gusta leer? ¿Se pierden en las páginas de esos amigos de papel  con frecuencia o cada tanto, cuando tienen al fin ese bendito tiempo para disfrutarlo leyendo? Si es así, si los libros son presencias cotidianas y benéficas en sus vidas, contaré en ustedes con lectores afines y un tanto cómplices.

Gran lector

Habrán percibido, como yo, que los libros albergan lugares y palabras que no constituyen el relato oficial , por más belleza o relevancia que el mismo conlleve. Cada libro, querido lector, brinda lo inesperado. Desde una falta de ortografía que escapó al corrector, hasta una llamada desconcertante al pie de página, pasando por esa hoja doblada en la punta o la  mancha de cafecito que testimonia que esas páginas fueron transitadas y escritas por uno o varios lectores. Otros habitantes son esas palabras -polizones, las huellas del lector, esas frases resaltadas y , por supuesto, las anotaciones al margen. Y resulta que esas habitantes clandestinas son tan interesantes como el texto central.



Palabras rebeldes

Lectores, seguramente coincidirán en que todo espacio en blanco de un libro, entonces, relata o aloja, al menos potencialmente y casi siempre de hecho, el texto privado, a veces ilegal y otras  íntimo, del lector de ese libro. No soy una excepción y en cada libro que leo se rastrea esa actividad no oficial y desafiante que consiste en escribirlo por todos lados, llenando de pensamientos e ideas para futuros textos cada espacio libre de cada libro amo.


Había una vez unas frases ocultas

Les voy a compartir un ejemplo de esta operación en un libro que terminé de leer hoy. Fue mi compañero por varios meses y hoy, cuando leí sus últimas páginas, encontré en la más última, que estaba en blanco, frases descubiertas por mí en otros contextos y escondidas allí, mientras lo leía. No consigné autores ni fuentes de donde pude haberlas escuchado o leído. Solo estuvieron un poco clandestinamente ahí, así que se las voy a mostrar, esperando que les gusten. 


Mi libro


Llegué a la última página de mi libro y después, una más aún, descubrí que en la última pero última página, que estaba en blanco, mientras lo leía, al azar, había anotado frases, como para conservarlas y ahora, las encontraba, allí, refugiadas y aguardándome. 

Lectores, en el próximo artículo se las mostraré como testimonio de que todo libro es potencialmente, un cuaderno de apuntes mágico  para las palabras y la creatividad de sus lectores. Mientras tanto, recorran los textos que leyeron, seguramente encontrarán sus propias marcas sediciosas.

                                                        Clara Jasiner